Quito, 4 mar (Prensa Latina) Como un error diplomático calificaron hoy el pedido de Ecuador para entrar a la embajada de México en esta capital con el fin de capturar al exvicepresidente Jorge Glas, solicitud ya rechazada por el gobierno mexicano.
El excanciller ecuatoriano Francisco Carrión catalogó como una «equivocación garrafal» el hecho de que el Ministerio de Relaciones Exteriores de la nación sudamericana mediante un escrito pidiera consentimiento para que las fuerzas del orden ingresaran a la legación.
En declaraciones al canal Ecuavisa, Carrión consideró «una verdadera torpeza, un disparate lo que se ha hecho y eso hace quedar mal al Ecuador entre los firmantes de la Convención de Asilo de Caracas».
El exfuncionario opinó que fue correcta la respuesta del gobierno de Andrés Manuel López Obrador de rechazar el pedido.
De igual manera, el exvicecanciller ecuatoriano Fernando Yépez cree que la solicitud de Ecuador es una «vergonzosa chambonada» y un «total despropósito».
López Obrador no es (Lenín) Moreno, que autorizó el ignominioso ingreso de la policía británico en nuestra embajada en Londres para arrestar a (Julian) Assange, recordó Yépez.
Este sábado, la canciller del país norteamericano, Alicia Bárcena, se pronunció sobre el suceso y dijo que autorizar la entrada de las autoridades sentaría un precedente y violaría la inmunidad diplomática.
Glas se encuentra desde el pasado 17 de diciembre en la embajada de México en Quito en calidad de huésped y a la espera de una respuesta a su solicitud de asilo.
Sobre esa cuestión, Bárcena apuntó que México lo está analizando para ver qué tanto es una persecución política, qué tanto es realmente un problema legal y de corrupción.
«México siempre ha sido un país de mucha acogida para los asilados, los refugiados, sobre todo cuando huyen de una persecución política», expuso.
El antiguo vicegobernante, considerado uno de los símbolos del «lawfare» en Ecuador, recibió de forma temporal el beneficio de la prelibertad el 28 de noviembre de 2022, luego de la unificación de dos penas de cárcel de seis y ocho años por los casos Odebrecht y Sobornos, respectivamente, sin embargo, la medida fue revocada.
El 5 de enero de este año el juez Nacional de Garantías Penales Luis Rivera ordenó la captura del exfuncionario por presunto peculado en el caso denominado Reconstrucción de Manabí, que investiga una supuesta malversación en obras públicas tras el terremoto de 2016.